Desde hace unos años se asiste a una gran preocupación y a un afán por estimular a los niños. Se promueven actividades desde que son bebés para las que sus cerebros ni siquiera están preparados. Se somete a los niños y a los adolescentes a agendas de ejecutivo, teniendo que cumplir a lo largo de la semana con una agenda de actividades permanentemente estructuradas y planificadas que ni ellos han elegido. Para colmo, se abusa del uso de las pantallas y se les tiene permanentemente haciendo cosas para aprender más, para que no se aburran o simplemente para mantenerlos ocupados porque pasan mucho tiempo solos.
¿CÓMO ESTIMULAR SIN DAÑAR?
A partir de los dos años, y hasta los cinco, más de dos horas de pantalla puede ser contraproducente. "Si se opta por dejar que los niños utilicen estos dispositivos, aunque recalco que no haría falta, sería con la recomendación de no superar una hora de contenidos de alta calidad, y siempre acompañados y supervisados por sus padres", agrega.
Cumplidos ya los seis años aconseja buscar un equilibrio entre los juegos tradicionales, sus actividades diarias, y los dispositivos digitales. "Limitar el tiempo que permanecen frente a estos aparatos, combinándolo con el movimiento y el ejercicio físico y con momentos para relacionarse y comunicarse con sus iguales y adultos es una manera muy adecuada de actuar", incide la experta.
Cumplidos ya los seis años aconseja buscar un equilibrio entre los juegos tradicionales, sus actividades diarias, y los dispositivos digitales. "Limitar el tiempo que permanecen frente a estos aparatos, combinándolo con el movimiento y el ejercicio físico y con momentos para relacionarse y comunicarse con sus iguales y adultos es una manera muy adecuada de actuar", incide la experta.
EL PELIGRO DE LAS PANTALLAS
No obstante, la especialista llama la atención sobre el hecho de que muchos menores pasen más tiempo con las pantallas sin moverse y jugando en línea a los videojuegos que no en la calle con la pelota. "Hay que poner una limitación a las horas que el niño pasa frente a la pantalla. Tiene que estar pactado con los padres. Y también si han cumplido una obligación antes, como que han hecho los deberes. No se debería exceder más de dos horas diarias de la pantalla al día", agrega.
No obstante, la especialista llama la atención sobre el hecho de que muchos menores pasen más tiempo con las pantallas sin moverse y jugando en línea a los videojuegos que no en la calle con la pelota. "Hay que poner una limitación a las horas que el niño pasa frente a la pantalla. Tiene que estar pactado con los padres. Y también si han cumplido una obligación antes, como que han hecho los deberes. No se debería exceder más de dos horas diarias de la pantalla al día", agrega.
Según ha comprobado, el uso continuado de las pantallas en los menores dificulta, por ejemplo, que un niño lea un texto en profundidad y lo entienda a la primera. "Se está comprobando que los niños tienen problemas para leer un libro íntegro. Se cansan antes.La característica más importante de los nativos digitales es la multitarea, estar con el smartphone, con el ordenador abierto, con un libro abierto, con la televisión de fondo. Es una capacidad positiva si haces buen uso de ella, pero no para la capacidad de concentración y los niños no acaban sus tareas y no son capaces de acabar las cosas", agrega.
Comentarios
Publicar un comentario